Circuito de Fórmula 1

Octubre 2015

En mi nuevo trabajo me han encargado un pastel para celebrar el cumpleaños de un niño de 1 año.

Las indicaciones eran que querían hacer una pista de coches y el pastel debía incluir unos coches que los padres me darían y que serían de regalo para el niño.

Al llegar a casa el primer día después del encargo, me puse a pensar en la forma y estructura del pastel y a buscar información por internet.

Tras consultarlo con mi equipo de asesores, decidimos que esperaríamos a ver si los coches eran de Fórmula 1 (con lo cuál haríamos un circuito clásico) o bien tipo WRC (coche del mundial de rally) (con lo cuál tiraríamos más hacia hacer una pista mixta con asfalto y tierra - que ya tenía en mente hacerlo con Cola Cao -).

Mis asesores me habían propuesta la idea de reproducir un juego que existía antiguamente y que consistía en un coche que circulaba por una pista y se manejaba desde un volante. ¿Os suena?

Al día siguiente nos entregaron los coches y resulta que eran de F1, así que pasamos a trabajar con la opción del circuito.

Una de mis hijas tiene una alfombra de estas que simulan un circuito, así que la saqué para inspirarme y, a partir de todas estas entradas, hicimos un esquema del pastel/circuito en papel.

La base sería el ya clásico bizcocho untado de crema de cacao y tendría claro (tras consultarlo con al cliente) que tendría una capa de coco teñido con tinte verde comestible para simular el césped.

Con la base hecha, empecé a hacer el circuito.

Primero intenté hacer las dos rectas largas, luego dos rectas más cortas y finalmente las intentaba forzar para conseguir un circuito oval, pero el resultado no me gustó nada, ya que el fondant se tensionaba y se arrugaba en la parte interior de las curvas.

Después de pruebas y más pruebas, cogí el fondant e hice lo siguiente con él. No pensaba entregar un pastel del que no estuviera satisfecha, aunque ello significara tirar fondant a la basura.

Ahora ya con la experiencia anterior, hice una plancha de fondant casi igual de ancha que el bizcocho y le recorté los bordes y el interior, quedando un óvalo perfecto. El interior de la plancha también fue para deshecho, pero el resultado quedó impecable. ¡Valió la pena!

También con fondant hice las líneas discontinuas (aunque la verdad es que es un poco raro ver un circuito con separador de carril ;)) y la línea de meta, superponiendo cuadraditos de fondant negro a una plancha de fondant blanco.

Luego puse los arcenes de las curvas con fondant rojo y blanco, hice un carril de boxes para aparcar uno de los cuatro coche que tenía y me puse a preparar el semáforo.

Yo iba a dibujar un semáforo vertical como los que podemos encontrar en cualquier ciudad, pero mi equipo de asesores me dijo que en los circuitos el semáforo era horizontal y se situaba sobre la línea de salida, así que les hice caso.

También me dijeron que todas las luces del semáforo debían ser rojas, pero por ahí no pasé y puse las típicas luces verde / ámbar / rojo.

Por cierto, podréis ver que las luces del semáforo están un poco sobredimensionadas. La culpa es de mi equipo de asesores a los que encargué la compra de Lacasitos de colores para simular las luces. Cuando llego a casa veo que me han comprado M&Ms, que decían que eran lo mismo.

En fin, resulta que los M&Ms abultan como 5 Lacasitos y el semáforo parece hecho para miopes, pero así seguro que ningún piloto puede decir que no lo ve. :)

Una vez hecha esta parte, quedaban los detalles que hacen que un pastel pase de ser soso a tener su gracia.

Empecé con el cambio de marchas, hecho totalmente en fondant.

Posteriormente, añadí un auténtico volante Momo de competición de cuero negro y luego me comí el otro Donut de chocolate que venía en el paquete.

También aproveché para poner el nombre y la edad del niño en la bandeja del pastel, con letras blancas y negras, simulando la bandera a cuadros.

Para que mi asesor me dejara en paz, le tuve que hacer caso e incluir un coche que, tras derrapar violentamente, tuvo una salida de pista y acabó volcando.

Miradlo ahí incrustado contra los neumáticos de protección, el pobre.

 Y sí, para acabar, completé el pastel con los neumáticos de protección, que no eran más que roscos de chocolate (Filipinos los he llamado yo toda la vida) de color blanco y negro alternándose.

 También rellené la separación entre el bizcocho y los neumáticos de protección de "gravilla" formada por galletas María trituradas.

¡Y ahí podéis ver a Fernando Alonso cruzando la meta! (lo que no decimos en qué posición, que el pobre hombre está en horas bajas)

Pues nada, ya tenemos el circuito a pleno rendimiento en busca de la vuelta rápida.

¿Te atreves a conducir? :)

Muchas felicidades a Gerard en su primer aniversario y un saludo muy grande a su madre Ana, que, después de la fiesta, me comentó que el pastel había sido un éxito y me regaló una galleta con cobertura de fondant en forma de coche.

¡Os echaré de menos!

Septiembre 2015

Vuelta al cole y nuevo encargo que nace del boca a boca y de haber visto algún otro de mis pasteles.

Esta vez el encargo era para celebrar un cambio de puesto de trabajo dentro de la misma empresa.

Sandra, la protagonista del cambio de posición, quiso celebrarlo con sus antiguos compañeros y por ello me encargó un pastel para el que me dio únicamente dos indicaciones en forma de lemas tipo hashtags. (según tengo entendido, Sandra forma parte del departamento de colaboración en Almirall, donde el uso de redes sociales, tags, hashtags, menciones y otros tecnicismos del mundillo son el vocabulario que se utiliza habitualmente).

Con estas breves indicaciones tenía claro que debía poner algo de imaginación por parte de mi equipo de asesores para darle algo de gracia adicional al pastel.

Tirando del hilo, quise saber más cosas de Sandra.

Me enteré que era parisina y de que tiene una particular colección de frases hechas en español, que ella interpreta y pronuncia de forma peculiar. (y que por suerte sus compañeros de departamento se habían encargado de recopilar)

¡Esa información valía su peso en oro!

Con mi equipo hicimos varios esquemas en papel hasta dar con la propuesta definitiva que íbamos a llevar a cabo.

Hicimos la base de bizcocho con el molde más grande que tengo, ya que me dijeron que asistirían bastantes personas.

Con la base hecha, fui dando forma al bizcocho para conseguir un efecto de bandera flameando al viento.

Como os comentaré más adelante, estuve valorando la posibilidad de utilizar otros sabores para el relleno y la cobertura del pastel, pero al final opté por la clásica crema de cacao, que a todo el mundo le gusta.

Como los más avispados ya habrán adivinado, el bizcocho iba forrado de finas láminas de fondant simulando la bandera de Francia.

Ya os comenté antes que había evaluado la idea de utilizar sabores diferentes a la crema de cacao.

Mi idea era utilizar mermelada de fresa para el relleno y cobertura bajo la franja roja de la bandera, queso "filadelfia" para la franja blanca y chocolate blanco con tinte comestible azul para la franja azul, pero me tiró para atrás que, así como a todo el mundo le gusta el chocolate, no estaba seguro de que el resto de sabores tuviese el mismo éxito.

Una vez con la base hecha, tiré de moldes para construir las frases.

Para el hashtag (o almohadilla #) no tenía molde así que saqué la vena artesana para hacerlo.

Para el hashtag inferior, pensé inicialmente en hacerlo "escrito" sobre el fondant con tinta comestible, pero finalmente opté por hacerlo en relieve para ocupar mejor los espacios.

Una vez colocados los dos lemas #I'LL MISS YOU (#OS ECHARÉ DE MENOS) y #YOU ROCK! (que podríamos traducir libremente como #SOIS COJONUDOS!), vi que la parte central quedaba bastante despoblada.

En el esquema que habíamos hecho en papel ya lo habíamos previsto, así que hice un logo de Almirall en fondant y lo coloqué a modo de escudo central.

Finalmente hice las banderitas de fondant donde escribí con tinta comestible las frases que me habían pasado. (me limitaré a poner únicamente la información que se ve en las imágenes y el resto queda para la privacidad de los asistentes a la celebración)

Aquí tenéis una vista lateral con toda la composición ya montada.

Y en esta última imagen tenéis una vista cenital del pastel.

Sandra félicitations et bonne chance!

Minion

Junio 2015

¡Ha llegado un nuevo encargo para un pastel de cumpleaños con temática de dibujos animados!

En este ocasión se trataba de los minions, los personajillos amarillos que aparecen en la película de "Gru, mi villano favorito".

Parece ser que a Jordi, el cumpleañero, le gusta un minion en particular: Jerry, "el que tiene dos ojos" (sí, se ve que NO todos los minions tienen dos ojos).

El encargo estaba claro, había multitud de material e imágenes en internet con los que trabajar y coger ideas peeeeeero....mi equipo de asesores y yo nos vimos muy pronto en la disyuntiva de tener que tomar una decisión clave: ¿Cómo estaría situado el minion?

Había dos posibilidades:

1. Lo hacía estirado, con lo cual tenía que usar mucho menos material de relleno, el modelaje era mucho más fácil, no tendría problemas de sostenibilidad de la estructura ni de fondant resquebrajándose por aguantar demasiado peso.
2. Lo hacía sentado, lo que sería un dolor de cabeza. (tenía que hacer, como mínimo, cinco bizcochos para ganar la altura necesaria -con los consiguientes problemas de equilibrio de la estructura-, fondant para cubrir tanta altura, funcionamiento extra de horno para tanto bizcocho)

Si fuese una pastelera industrial y estuviese en esto para ganar dinero, hubiese escogido sin duda la primera opción, la más razonable.

Pero la segunda opción era la que ofrecía un resultado más vistoso y, siendo además una persona que me ha hecho más de un encargo, decidí ir a por todas.

Así pues, el primer paso era ganar altura, mucha altura, mediante el apilamiento de capas de bizcocho entre las que intercalaba crema de cacao (lo que actuaba a modo de cemento y daba estabilidad a la estructura).

Dado que la crema de cacao no era sustento suficiente, decidí poner cañitas de plástico (de las de beber de toda la vida) que atravesaban las capas de bizcocho de arriba a abajo y actuaban como si fueran las varillas del hormigón armado, dando solidez a la construcción.

Como podéis ver en la imagen siguiente, puse ocho capas de bizcocho para conseguir la altura que me pareció adecuada para la figura. (espero que Jordi invitara a muchos amigos y/o familiares a su fiesta).

Conseguida la estructura, la rebocé de crema de cacao completamente.

Y llegó la hora del fondant...

El fondant amarillo era imposible ponerlo de una pieza sin que se resquebrajara, así que decidí separar la parte superior de la cabeza, ya que el corte quedaría cubierto con la correa de las gafas.

También me puse con el mono tejano que llevaba el minion, dándole forma a los tirantes, al bolsillo central y remachando cuidadosamente el cosido de los bordes. (hay que cuidar hasta el mínimo detalle :))

Para los pelos del minion utilicé fondant negro que le clavé en la cabeza utilizando palillos de madera.

También me puse con los complementos: brazos, piernas, ojos, correa y montura de las gafas.

Una vez lo tuve todo preparado, fue cuestión de ir montando el puzle.

Aquí podéis ver la primera versión del minion, todavía sin completar.

A continuación le hice la boca con una lengua haciendo una mueca, los botones del mono, el embellecedor del bolsillo central y añadí el nombre del niño en fondant azul.

Aquí tenéis una vista aérea del pastel, al que le añadí una magdalena con las seis velas (azules y amarillas, para que fueran a conjunto).

¡Pastel empaquetado y listo para entregar!

¡Felicidades Jordi!

Set de maquillaje

Mayo 2015

Cuando preparas un pastel para un niño sabes que, a poco bien que lo hagas, el niño va a quedar encantado y que le va a hacer gracia comerse todo el pastel, personajes incluidos. Sin embargo, cuando el pastel va para una jovencita de 15 años, el reto es mayúsculo. Por un lado, a esa edad ya no se impresionan fácilmente y, por otro, no puedes basar el pastel en ninguna temática ni demasiado infantil ni demasiado antigua.

Después de estar escuchando opiniones y darle alguna vuelta al asunto, me decidí por un pastel basado en un set de maquillaje, acierto seguro para esa franja de edad.

El maletín que formaba la base del pastel estaba formado por dos bizcochos superpuestos, con una capa de crema de cacao alrededor y otra por la mitad de cada uno de ellos.

En uno de los bizcochos me salió una deformación en la parte superior (creció demasiado) así que decidí aprovecharla para hacer una especie de estuche más pequeño.

Aquí podéis ver el pedazo de bizcocho que recorté de la parte superior, una vez le hube dado forma y lo hube pulido.

A continuación le apliqué una capa de fondant rosa alrededor, que le daba un aspecto de material brillante y satinado.

Esta capa de fondant la intenté hacer inicialmente de una pieza, pero tras ver que se resquebrajaba sin remedio debido al peso de la misma, opté por hacer dos placas de fondant para los laterales y una tira superior que cubría la cresta superior.

Posteriormente decoré los bordes con fondant negro, añadí unas mariposas comestibles de decoración y completé con el nombre de la cumpleañera y su edad.

En la parte central le añadí fondant negro en forma de cremallera, que fui troquelando con una herramienta para ir creando el efecto que podéis ver a continuación. (quedé muy satisfecha de cómo quedó la cremallera!)

Aquí podéis ver el detalle de la parte trasera del estuche.

Con anterioridad a la cocción y montaje de la base y el bizcocho, estuve dedicándome a construir los diferentes utensilios utilizandos fondant exclusivamente.

Aquí podéis ver el rimel, la brocha con los polvos de maquillaje, las sombras de ojos y su aplicador, los pintalabios y el lápiz de ojos.

Una vez tuve todas las piezas a punto, fue cuestión de ir montando la composición para que quedara de una forma elegante.

Y aquí podéis ver un detalle final del pastel con todos los elementos ya en su lugar.

Felicidades!!!

Teletubbies en la casa de la colina

Abril 2015

Llegan la primavera y el buen tiempo y no se me ocurrió mejor motivo para celebrar el cumpleaños de mi sobrino que hacerle un pastel con temática de Teletubbies, con sus redondeadas colinas de verde césped pobladas de flores y conejos.

La verdad es que siempre me he preguntado qué pueden tener los Teletubbies para gustar a los niños, pero es innegable que tienen bastante aceptación.

Lo que también es innegable es que ya empiezan a estar un poquito pasados de moda y me fue imposible encontrar muñecos en las tiendas, así que tuve que reciclar unos que tenía en el baúl de los recuerdos.

La idea esta vez fue sencilla. La forma de la colina se prestaba perfectamente a colocar un bizcocho plano que hacía de base y otro bizcocho redondeado que hacía las veces de colina. El mayor problema fue encontrar un recipiente suficientemente grande para que la colina tuviera el volumen que yo quería. (gracias Irma por el soporte logístico :))

Esta vez el fondant lo utilicé únicamente para los detalles.

A continuación podéis ver un detalle de las flores y de la puerta y ventana de la casa.

El pastel fue bastante sencillo en comparación con otros que he hecho anteriormente, ya que prácticamente no tuve que modelar los bizcochos. 

Tal cual salieron del horno, rellené de crema de cacao el que hacía de base plana y los monté para, posteriormente, recubrirlos de crema de cacao.

En el bizcocho semi esférico aproveché para meter en la mezcla virutas de chocolate, lo que al final le dio un sabor y textura bastante buenos. (al plano no le puse ya que ya estaba relleno de crema de cacao por la mitad)

El tema del césped lo tenía bastante claro ya que era un recurso que ya había utilizado en mi segundo pastel, el de Peppa Pig.

Al igual que entonces, trituré coco y lo mezclé con tinte verde comestible, lo que visualmente da un efecto conseguidísimo de hierba recién cortada. Mi única duda era por el hecho de que sé que hay gente que no le hace demasiada gracia el coco, pero lo que estaba claro es que la colina de los Teletubbies tenía que ser VERDE.

Una vez tuve el coco tintado, espolvoreé los bizcochos hasta conseguir el efecto colina con césped.

Y una vez hecho esto, fue cuestión de ir colocando las piezas que faltaban: puerta, ventana, flores y muñecos.

Como podéis ver, también utilicé galletas "María" con una cara pintada para recrear las famosas TubiGalletas o TubiNatillas o cómo narices se llamen (a veces tengo serias dificultades para entender a estos bichos).

También,como podéis ver a continuación, utilicé fondant para montar el nombre del niño y su edad.

Y, aunque no se aprecia demasiado en las imágenes (excepto en la primera), me sobró un trozo de fondant azul así que lo utilicé para construir al No No, el robot aspiradora que toda familia quisiera tener como mascota. 

El problema es que no tenía fondant negro y tuve que hacerle la trompa (o el tubo de la aspiradora) de color blanco.

Si os digo la verdad, al niño no pareció importarle demasiado ya que le dio un mordisco en toda la trompa y el No No quedó completamente mutilado.

A la hora de la celebración, después de soplar las velas y las fotos de rigor, los niños arrasaron con las galletas, las flores y hasta con las puertas y ventanas.

El bizcocho estaba muy tierno y muy bueno (pensad que este pastel no estaba recubierto de fondant, que actúa como aislante del aire e impide que se seque, por lo que tuve que hacerlo el día anterior por la tarde).

Besitos al pequeñín de la casa y muchas felicidades!