Junio 2015
¡Ha llegado un nuevo encargo para un pastel de cumpleaños con temática de dibujos animados!
En este ocasión se trataba de los minions, los personajillos amarillos que aparecen en la película de "Gru, mi villano favorito".
Si fuese una pastelera industrial y estuviese en esto para ganar dinero, hubiese escogido sin duda la primera opción, la más razonable.
Pero la segunda opción era la que ofrecía un resultado más vistoso y, siendo además una persona que me ha hecho más de un encargo, decidí ir a por todas.
Así pues, el primer paso era ganar altura, mucha altura, mediante el apilamiento de capas de bizcocho entre las que intercalaba crema de cacao (lo que actuaba a modo de cemento y daba estabilidad a la estructura).
Conseguida la estructura, la rebocé de crema de cacao completamente.
Una vez lo tuve todo preparado, fue cuestión de ir montando el puzle.
Aquí podéis ver la primera versión del minion, todavía sin completar.
A continuación le hice la boca con una lengua haciendo una mueca, los botones del mono, el embellecedor del bolsillo central y añadí el nombre del niño en fondant azul.
Aquí tenéis una vista aérea del pastel, al que le añadí una magdalena con las seis velas (azules y amarillas, para que fueran a conjunto).
¡Pastel empaquetado y listo para entregar!
En este ocasión se trataba de los minions, los personajillos amarillos que aparecen en la película de "Gru, mi villano favorito".
Parece ser que a Jordi, el cumpleañero, le gusta un minion en particular: Jerry, "el que tiene dos ojos" (sí, se ve que NO todos los minions tienen dos ojos).
El encargo estaba claro, había multitud de material e imágenes en internet con los que trabajar y coger ideas peeeeeero....mi equipo de asesores y yo nos vimos muy pronto en la disyuntiva de tener que tomar una decisión clave: ¿Cómo estaría situado el minion?
Había dos posibilidades:
- Lo hacía estirado, con lo cual tenía que usar mucho menos material de relleno, el modelaje era mucho más fácil, no tendría problemas de sostenibilidad de la estructura ni de fondant resquebrajándose por aguantar demasiado peso.
- Lo hacía sentado, lo que sería un dolor de cabeza. (tenía que hacer, como mínimo, cinco bizcochos para ganar la altura necesaria -con los consiguientes problemas de equilibrio de la estructura-, fondant para cubrir tanta altura, funcionamiento extra de horno para tanto bizcocho)
Si fuese una pastelera industrial y estuviese en esto para ganar dinero, hubiese escogido sin duda la primera opción, la más razonable.
Pero la segunda opción era la que ofrecía un resultado más vistoso y, siendo además una persona que me ha hecho más de un encargo, decidí ir a por todas.
Así pues, el primer paso era ganar altura, mucha altura, mediante el apilamiento de capas de bizcocho entre las que intercalaba crema de cacao (lo que actuaba a modo de cemento y daba estabilidad a la estructura).
Dado que la crema de cacao no era sustento suficiente, decidí poner cañitas de plástico (de las de beber de toda la vida) que atravesaban las capas de bizcocho de arriba a abajo y actuaban como si fueran las varillas del hormigón armado, dando solidez a la construcción.
Como podéis ver en la imagen siguiente, puse ocho capas de bizcocho para conseguir la altura que me pareció adecuada para la figura. (espero que Jordi invitara a muchos amigos y/o familiares a su fiesta).
Conseguida la estructura, la rebocé de crema de cacao completamente.
Y llegó la hora del fondant...
El fondant amarillo era imposible ponerlo de una pieza sin que se resquebrajara, así que decidí separar la parte superior de la cabeza, ya que el corte quedaría cubierto con la correa de las gafas.
También me puse con el mono tejano que llevaba el minion, dándole forma a los tirantes, al bolsillo central y remachando cuidadosamente el cosido de los bordes. (hay que cuidar hasta el mínimo detalle :))
Para los pelos del minion utilicé fondant negro que le clavé en la cabeza utilizando palillos de madera.
También me puse con los complementos: brazos, piernas, ojos, correa y montura de las gafas.
Aquí podéis ver la primera versión del minion, todavía sin completar.
A continuación le hice la boca con una lengua haciendo una mueca, los botones del mono, el embellecedor del bolsillo central y añadí el nombre del niño en fondant azul.
Aquí tenéis una vista aérea del pastel, al que le añadí una magdalena con las seis velas (azules y amarillas, para que fueran a conjunto).
¡Pastel empaquetado y listo para entregar!
¡Felicidades Jordi!
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