Junio 2014
En Catalunya tenemos la costumbre de celebrar el día de San Juan (24 de junio) tirando fuegos artificiales la noche anterior y también comiendo las típicas cocas, que pueden ser de varios tipos (fruta confitada, chicharrones, piñones, crema, chocolate, ...)
Nota: esto lo explico dado que hay muchas visitas en el blog que vienen de fuera de España (Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Rusia, Ucrania, México, Suiza y Colombia) y que no tengo claro que conozcan la tradición.
Después de estar valorando la posibilidad de hacer una coca de chicharrones y de descartar la de piñones por el precio disparatado al que va el kilo, opté por hacer una coca rellena de crema pastelera con cobertura de láminas de almendras y otra rellena de crema de cacao con cobertura de toppings de chocolate.
Esta es la de crema y almendras:
Y esta la rellena de crema de cacao:
Para hacer la crema casera utilicé 3 yemas de huevos, harina, azúcar, un poco de agua, leche, mantequilla y un pelín de sal.
El resultado estaba de escándalo, mucho mejor que las de pastelería.
Después, me puse a trabajar con la masa de hojaldre.
Pinché con el tenedor para que no se hinchara una vez puesta dentro del horno.
Luego le puse la otra capa de masa por encima y sellé los bordes, pisándolos con un tenedor (lo que además dejó una forma decorativa muy interesante).
Posteriormente, pinté con huevo la capa superior antes de meterla en el horno, para que quedase dorada.
A la coca rellena de crema le eché una buena cantidad de azúcar (para que al meterla en el horno se haga la costra tan característica de las cocas), las almendras laminadas por encima y otra buena capa de azúcar para acabar.
A la de chocolate únicamente le puse una capa de azúcar después de pintarla de huevo y, una vez sacada del horno, le rallé chocolate por encima.
Y aquí tenéis el resultado final.
Aparte de las felicitaciones por el sabor y textura de las cocas, el mejor piropo que me dieron vino de mi suegra cuando, al verlas, me preguntó en qué pastelería las había comprado, para ir a buscar ella alguna más. :)
Nota: esto lo explico dado que hay muchas visitas en el blog que vienen de fuera de España (Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Rusia, Ucrania, México, Suiza y Colombia) y que no tengo claro que conozcan la tradición.
Después de estar valorando la posibilidad de hacer una coca de chicharrones y de descartar la de piñones por el precio disparatado al que va el kilo, opté por hacer una coca rellena de crema pastelera con cobertura de láminas de almendras y otra rellena de crema de cacao con cobertura de toppings de chocolate.
Esta es la de crema y almendras:
Y esta la rellena de crema de cacao:
Así que preparé los ingredientes que podéis ver y me puse manos a la obra (la masa de hojaldre la compré hecha):
Para hacer la crema casera utilicé 3 yemas de huevos, harina, azúcar, un poco de agua, leche, mantequilla y un pelín de sal.
El resultado estaba de escándalo, mucho mejor que las de pastelería.
Después, me puse a trabajar con la masa de hojaldre.
Pinché con el tenedor para que no se hinchara una vez puesta dentro del horno.
A continuación puse el relleno sobre cada una de las masas.
Luego le puse la otra capa de masa por encima y sellé los bordes, pisándolos con un tenedor (lo que además dejó una forma decorativa muy interesante).
Posteriormente, pinté con huevo la capa superior antes de meterla en el horno, para que quedase dorada.
A la coca rellena de crema le eché una buena cantidad de azúcar (para que al meterla en el horno se haga la costra tan característica de las cocas), las almendras laminadas por encima y otra buena capa de azúcar para acabar.
A la de chocolate únicamente le puse una capa de azúcar después de pintarla de huevo y, una vez sacada del horno, le rallé chocolate por encima.
Y aquí tenéis el resultado final.
Aparte de las felicitaciones por el sabor y textura de las cocas, el mejor piropo que me dieron vino de mi suegra cuando, al verlas, me preguntó en qué pastelería las había comprado, para ir a buscar ella alguna más. :)
